El Fracaso No Es Sexy

 Cas noticias de emprendimiento en los medios de comunicación pueden ser una gran inspiración o una inmensa decepción para uno mismo. Creo que nunca he visto un artículo de un emprendedor que esté fracasando. Eso es porque el fracaso no es fácil de vender en los medios y es más sexy leer las historias de ese 10% que lo ha logrado. Cómo ver el fracaso de otra manera y no dejarse afectar por el éxito de los demás?

Una gran historia.

Detrás de cada fracaso hay una gran historia que compartir. La gran mayoría de las personas tienen una vida muy monótona. Una historia (así sea de fracaso) combinada con un buen sentido del humor, hace que una simple conversación se convierta en un excelente momento con amigos o desconocidos.

Éxito o fracaso, el objetivo es aprender.

La diferencia entre los buenos y malos emprendedores, es su habilidad de aprender de cada acción. Ningún emprendedor ha tenido éxito en todo lo que hace, ni siquiera los más reconocidos. Pero lo que sí hacen los mejores emprendedores, es no repetir el mismo error dos veces. Muchos recomiendan escribir lo bueno y lo malo en un simple documento y guardarlo. Teniendo toda la experiencia «fresca» en la cabeza hará que detallemos cada aspecto.

Para quién estas emprendiendo?

Si nuestro objetivo de emprender es para impresionar a otros o para aparecer en portadas de revistas, vamos por mal camino. Emprender debe ser una satisfacción propia, independientemente de todo. Tanto los éxitos como los fracasos deben ser personales y esa será una gran fortaleza en momento difíciles comparados a aquellos que buscan fama y riqueza.

El fracaso no es un tema atractivo en nuestra sociedad, es percibido como una característica de «los perdedores». Pero la verdad es que todos los grandes emprendedores han fallado en muchos planes. Mi consejo es que no se avergüencen de sus fracasos. Véanlo como una fortaleza. No sólo tuvieron las agallas de salirse de su «zona de conforte», sino que estarán más preparados y con más experiencia para su próxima aventura. No desesperen, sólo sigan intentándolo y pronto harán un «home run».

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